El conducto auditivo es una zona extremadamente sensible, ya que esta inervada por tres nervios diferentes. La piel que cubre el canal auditivo externo es una piel que debe tener todas sus capas en perfecto estado, además de estar lubricada por la cera, muy importante en la prevención de las famosas otitis, pero tampoco acumular exceso de cera.

Lo que ocurre muy amenudo es que nos limpiamos el oído excesivamente, y ahí comienzan los problemas. Las personas con sequedad de piel o con dermatitis eccematosa o atrófica, presentan un picor constante, que solamente se alivia con el rascado. Para ello se utilizan un sinfín de utensilios: bastoncillos, clips, horquillas, etc, pero cuando más se rascan más pica, y la piel se agrieta más y más.

Que nos pique el oído de vez en cuando no tiene importancia pero si el picor persiste y, sobretodo, si se añade dolor o otros síntomas, hay que prestarle atención y acudir a un médico para descartar posibles infecciones o enfermedades.

Algunas de las causas que pueden provocar picor en los oídos son:

1.- Sequedad en la piel. La piel del oído externo puede tender a secarse provocando picor y descamación, especialmente si el oído no produce suficiente cerumen.

2. – Exceso de cerumen, lo contrario al punto anterior. La cera la crea nuestro organismo para limpiar el oído de células muertas y suciedad, pero en ocasiones se acumula en exceso formando incluso tapones, y puede provocar, entre otras molestias, picores.

3.- Dermatitis del canal auditivo. Generalmente causada por reacciones alérgicas (alimentarias o por alguna substancia) o por dermatitis que provocan enrojecimiento, picor o descamación. 

4.-  Otitis externa. Es una infección del oído que puede ocasionar dolor, fiebre, picor, secreción, y en los casos más graves, perforación del tímpano. Este tipo de otitis se llama tambien oído del nadador, porque es frecuente en personas que se bañan muy a menudo en piscines y les suele quedar agua dentro del conducto auditivo probocando esta infección. 

5.- Las gripes y resfriados también pueden provocar picor en el canal auditivo debido al exceso de mucosidad.

6.- El uso habitual de auriculares o de audífonos. El uso de aparatos auditivos puede ocasionar la acumulación de humedad dentro del conducto auditivo, especialmente en verano a causa de la sudor, lo que puede irritar levemente la piel. Algunas personas, cuando empiezan a usar audífonos por primera vez notan una ligera irritación en el oído, que suele remitir en pocos días. Pero si no remite deben acudir a su centro auditivo especializado, donde el profesional les indicará que hacer. Lo más probable es que con la aplicación de una pizca de crema hidratante por la noche, cuando el audífono no está en uso, se solucione el problema. En caso de pieles sensibles o alergias, a la hora de adaptar audífonos existen moldes especiales de materiales hipoalergénicos y ventilados que ayudan a evitar el picor de oídos.

En todos los casos es muy importante no introducir en el canal auditivo ningún tipo de objetos para aliviar el picor, que pueden provocar más rojez y consecuentemente más irritación y picor. 

Tambien es muy importante proteger los oídos con tapones a medida específicos para evitar que entre el agua en el oído cuando nos bañamos frecuentemente en piscinas y etc, y así evitar la humedad y possibles infecciones en el oído. Estos tapones se encargan a medida en nuestros centros auditivos.